Una segunda vida para frutas y verduras imperfectas

Autor Marta Torrent

Los datos están ahí y resultan abrumadores. Una tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo acaban en la basura. A su vez, en nuestro país un 23% de la población vive en situación de pobreza, con dificultades para acceder a una alimentación saludable y a oportunidades laborales. Conscientes de esta situación,  Espigoladors, fundación sin ánimo de lucro, nace en el año 2014 para luchar contra las pérdidas y el desperdicio alimentario a la vez que empodera a personas en riesgo de exclusión social de una manera transformadora, participativa, inclusiva y sostenible.

Su nombre hace referencia a una actividad: espigar (espigolar en catalán) que se realizaba antiguamente en los campos y que ha ido desapareciendo progresivamente. Por medio de ella, personas con pocos recursos cosechaban los excedentes de los campos de los agricultores y recolectaban espigas de trigo, fruta seca o aceitunas, entre otros productos, que quedaban en los campos, en los árboles y en los huertos una vez el agricultor ya había hecho la cosecha. 

En sintonía con los principios de la economía circular, la actividad de esta fundación se centra principalmente en recuperar posibles residuos para optimizarlos como recursos, alargar la vida de los productos y maximizar su uso e impulsar la simbiosis industrial y el trabajo en red con el fin aprovechar los alimentos entre donantes y receptores, minimizando la generación de residuos.

Mientras que el 95% de lo que recogen se cede a entidades sociales —que llevan estos alimentos a colectivos desfavorecidos— el 5% restante se utiliza en deliciosas conservas naturales y artesanales (mermeladas, cremas, salsas y patés) que comercializan bajo la marca im-perfect®. Se trata de la primera marca de alimentos española que comercializa productos de calidad elaborados a partir de excedentes de frutas y verduras imperfectas y a través de un proceso en el cual participan colectivos en riesgo de exclusión social. Su obrador, situado en el barrio de San Cosme del Prat de Llobregat, es tanto un laboratorio de innovación para el aprovechamiento alimentario como un espacio de formación y de empoderamiento para personas en situación de vulnerabilidad.

Autor Gloria Solans

Autor Jordi Flores

The data is there and it is overwhelming. A third of the food produced in the world ends up in the garbage. In turn, in Spain 23% of the population lives in poverty, with difficulties in accessing a healthy diet and job opportunities. Aware of this situation, Espigoladors, a non-profit foundation, was born in 2014 to fight against food losses and waste while empowering people at risk of social exclusion in a transformative, participatory, inclusive and sustainable way.

Its name refers to an activity: gleaning (gleaning in Catalan) that was formerly carried out in the fields and that has progressively disappeared. Through it, people with few resources harvested the surpluses of the farmers' fields and collected ears of wheat, dried fruit or olives, among other products, that were left in the fields, in the trees and in the orchards once the farmer he had already done the harvest.

In tune with the principles of the circular economy, its activity is mainly focused on recovering possible waste to use it as resources, extending the life of products and maximizing their use and promoting industrial symbiosis and networking to take advantage of food between donors and receptors, minimizing the generation of waste.

While 95% of what is collected is transferred to social entities - which take these foods to underprivileged groups - the remaining 5% is used in delicious natural and artisanal preserves (jams, creams, sauces and patés) that they market under the brand name im- perfect®. It is the first Spanish food brand to market quality products made from surpluses of imperfect fruits and vegetables and through a process in which groups at risk of social exclusion participate. Its workshop, located in the San Cosme del Prat de Llobregat neighborhood, is both an innovation laboratory for food use and a training and empowerment space for people in vulnerable situations.