Un avance de la moda que viene

La tendencia para esta primavera-verano 2013 la protagonizan el estilo años 60, los colores pasteles, azul y amarillo, el vestido kimono, el esmoquín y los estampados a rayas o geométricos. Un abanico de propuestas que se convertirán en los flechazos fashion de esta temporada.

El nuevo estilo lady se interpreta en clave sixties. Así lo confirma la colección de Marc Jacobs para Louis Vuitton. El amarillo y el blanco se alternan en faldas supercortas y abrigo tres cuartos con un largo superior a la falda. Junto a este look se impone el complemento ideal: tacón bajo y bolso de mano.

Louis Vuitton

En el otro extremo se sitúa el toque más dandy con sastres monocolor y otras combinaciones masculinas donde el esmoquín es el rey tanto en su versión de día como de noche. Buena muestra de ello es el desfile de Etro o los trajes pantalón de Céline o Ralph Laurent.

Etro

Ralph Laurent

El dúo cromático blanco y negro sigue en pleno auge y se funde con otro de los hits de esta temporada, las rayas. Una combinación cuya clave es el total look. Diseñadores como Oscar de la Renta apuestan por el estampado bicolor y trasladan las rayas  a sus vestidos de noche con un juego óptico de mezclas donde las líneas diagonales de la falda se contraponen a las horizontales de la zona del escote.

Oscar de la Renta

Junto a los clásicos blanco y negro, las jornadas de verano tiñen sus prendas de tonalidades en amarillo-limón, azul cobaltos, klein o celeste y vuelven los cálidos pasteles en rosa, menta o naranja.

Y si ya fue uno de los éxitos de la pasada temporada, el estilo sporty continuará haciendo su agosto. Tops o sudaderas XXL se mantienen en la brecha de los más solicitados, pero acompañando a sandalias en esta ocasión. Además, esta tendencia se torna ultrasofisticada intercalándose con tejidos plastificados como muestra Alexander Wang o los chubasqueros transparentes de Lacoste.

Lacoste



Alexander Wang
 

Por último, otra de las propuestas estrella de la próxima estación nos invita a viajar a Oriente. Las referencias a la cultura nipona se traducen en bordados exóticos y, sobre todo, en el triunfo del kimono ya sea sobre pantalón o transformado en vestido de noche.

Etro

Pucci

 

 

 

El traje sastre se reinventa esta temporada

Ha pasado de ser un dos piezas clásico a presentarse esta estación como el nuevo hit gracias a sus múltiples versiones. Atrás ha quedado la visión del traje chaqueta únicamente reservado para las jornadas de trabajo, el espíritu de esta prenda ha abierto su espectro estilístico y ha encontrado cabida para vestir a la mujer en momentos muy diferentes.

De hecho, una gran cantidad de diseñadores han apostado en sus desfiles de invierno 2012/13 por este conjunto como la estrella de la temporada. Firmas como Balmain lo reinterpreta en clave barroca & rock; Ralph Laurent en tejido inglés e integrando el chaleco dentro de este binomio; Jean Paul Gaultier tiñe el sastre de gris diplomático y en versión oversize; Salvatore Ferragamo se decanta por el efecto militar; Roberto Cavalli se centra en el print animal; Dries Van Noten otorga el protagonismo a los estampados exóticos;  Karl Lagerfeld confecciona para Chanel la blazer acompañada de falda lady superpuesta al pitillo de lana. Prada juega con el traje decorado en motivos geométricos; Emilio Pucci busca los contrastes iluminando éste con lentejuelas o  buscando el efecto pijama.

 

 

Ralph Laurent

Balmain

Prada

Los dictámenes de la moda certifican que el traje de chaqueta goza todavía de muy buena salud, permitiéndose todo tipo de licencias. Modelos extragrandes, rectos, ajustados, pitillos, piratas confeccionados en tejidos tradicionales (pata de gallo, franela, príncipe de  Gales) o cargados de sofisticación (terciopelo, lamé, brocados). Todo vale para que el traje de chaqueta vuelva a triunfar. Es más aunque hay quienes proponen llevar el look total conjuntando ambas piezas manteniendo la esencia de esta prenda, por el otro lado,  también existe la tendencia contraria: combinar chaqueta con pantalones informales incluso jeans o viceversa acompañar el pantalón con cazadoras de cuero con el fin de romper la imagen de sobriedad que transmite el estilismo sastre.

 

 A dúo o por separado, el traje de chaqueta de corte masculino se reinventa para transformarse en una prenda con personalidad muy variada.