La práctica de alguna actividad física debería convertirse en uno de nuestros rituales diarios. Lo mismo que mimamos nuestra piel o nuestros dientes y cuidamos la alimentación, prestar atención a nuestro cuerpo manteniéndolo en forma es imprescindible si queremos encontrarnos sanos y controlar esos kilos de más.
A veces, uno de los problemas con el que nos topamos es saber qué tipo de ejercicio puede ser el que más nos conviene. Una opción que propongo para aquellas que estén indecisas es el fitness sumergidas en el agua. Esta combinación resulta perfecta ya que permite beneficiarse de las ventajas del agua entre ellas ejercitarse con menor riesgo de sufrir lesiones.
El aquarunning es una modalidad de actividad física basada en correr dentro del agua con un nivel de la misma que llegue hasta los hombros. Gracias a su práctica, se mejora la circulación, se evita el impacto de las zancadas, modela la silueta, consigue una piernas más torneadas y fortalece los músculos mientras se queman calorías. En esta misma línea, se halla el aquabike o pedalear en una bicicleta sumergida en el agua. La resistencia al agua ayuda a gastar entre 600 y 900 calorías por hora. Asimismo, contribuye a tonificar las piernas y glúteos además de mejorar la celulitis.
En mi caso desde que lo descubrí, suelo compaginar el gimnasio con visitas a la piscina para una o dos veces a la semana hacerme unos largos corriendo por el agua. Comprobado, sus virtudes las notas casi desde el primer día.
Hola Amparo muy buenos días y muy feliz fin de semana.
ResponderEliminarMe parece una actividad física estupenda y tú post me ha encantado cielo.... Alguna ves lo he probado estando de vacaciones y me gusta de verdad.
Un besazo fuerte cielo.
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