El nuevo templo de la moda tiene espíritu francés

Con la reciente inauguración en Madrid de la tienda Inouï, inaudito en francés, se recupera el espíritu de los salones de alta costura de París donde poder encontrar marcas y piezas exclusivas, como By Far, Mark Cross, Oliver Bernoux, Walter da Silva, Rene Caovilla, Paul Andrew oBuscemi, entre otras.

Este nuevo proyecto creado por Armin Hildebrandt se basa en un concepto diferente de tienda. Más allá de la cuidada selección de diseñadores, lo que más destaca en este espacio es la experiencia de compra. 

Para conseguir que los invitados vivan una experiencia fuera de lo común se ha escogido un gran cortinaje de entrada, que hace las veces de telón teatral que separa la vida diaria, con sus preocupaciones y obligaciones, de un mundo en el que el tiempo se detiene para dar paso a la ensoñación de la moda. A continuación un gran salón, de decoración en tonos cálidos y materiales como el cemento, el cobre, la madera o el terciopelo e iluminación tenue, que recuerda por su mobiliario a un gabinete de las maravillas o de ciencias del siglo XIX. 

Un oasis de lo que significa el verdadero lujo en el que la atemporalidad, elegancia y buen hacer se cuidan hasta el más mínimo detalle.

With the recent inauguration in Madrid of the Inouï store, unheard of in French, the spirit of haute couture halls in Paris is recovered where you can find exclusive brands and pieces, such as By Far, Mark Cross, Oliver Bernoux, Walter da Silva, Rene Caovilla, Paul Andrew oBuscemi, among others.

This new project created by Armin Hildebrandt is based on a different store concept. Beyond the careful selection of designers, what stands out in this space is the shopping experience.

To get the guests to live an unusual experience, a great entrance curtain has been chosen, which acts as a theatrical curtain that separates daily life, with its worries and obligations, from a world in which time stands still to give way to the reverie of fashion. Then a large room, decorated in warm tones and materials such as cement, copper, wood or velvet and dim lighting, reminiscent of its furniture to a cabinet of wonders or science of the nineteenth century.

An oasis of what real luxury means in which timelessness, elegance and good work are taken care of to the smallest detail.