Como ya hizo en la pasada Navidad con la instalación de una auténtica pista de patinaje, Rosewood Villa Magna acaba de inaugurar una nueva experiencia con espíritu gastronómico y lúdico denominada El Chalet que estará en funcionamiento hasta el día 2 de abril de miércoles a domingo.
Para este segundo “pop-up” invernal, el hotel se ha decantado por traer al corazón de Madrid los mejores sabores alpinos y difundir no solo la rica gastronomía de la región, sino también esa atmósfera cálida llena de detalles típica de los chalets alpinos, en la que apetece cobijarse en los fríos días de invierno. Emplazado en la terraza del restaurante Las Brasas, y con vistas al amplio jardín del hotel, El Chalet presenta el aspecto exterior de una típica cabaña de madera como las que podemos encontrar en localidades alpinas como Gstaad o Zermatt. Con listones de madera y ventanas cuarteadas, su interior guarda todo un acogedor universo lleno de detalles que nos traslada a los Alpes: tablas de esquí, raquetas y trineos de madera “vintage”, mantas de pelo, estufas de leña de hierro fundido, manteles de cuadros…
En su propuesta gastronómica no podían faltar ni las raclettes ni las fondues, que constituyen además una atractiva propuesta para compartir en familia o con amigos. Además de las tablas de queso, la ensalada de patatas y los encurtidos, la sopa de cebolla con queso gratinado, o el Schnitzel de ternera, y por supuesto la famosa Apple Strudel, acompañada de helado de vainilla.
As it did last Christmas with the installation of a real skating rink, Rosewood Villa Magna has just inaugurated a new experience with a gastronomic and recreational aspect, El Chalet, which will be in operation until April 2 from Wednesday to Sunday.
For this second winter pop-up, the hotel has opted to bring the best alpine flavors to the heart of Madrid and spread not only the region's rich gastronomy, but also that warm atmosphere full of details typical of alpine chalets, where you want to take shelter on cold winter days. Located on the terrace of the Las Brasas restaurant, and overlooking the hotel's large garden, El Chalet presents the exterior appearance of a typical wooden cabin such as those found in alpine towns such as Gstaad or Zermatt. With wooden slats and cracked windows, its interior holds a whole cozy universe full of details that takes us to the Alps: ski boards, “vintage” wooden snowshoes and sleds, fur blankets, cast iron wood stoves, tablecloths. squared…
Neither raclettes nor fondues could be missing from its gastronomic proposal, which also constitute an attractive proposal to share with family or friends. In addition to the cheese boards, the potato salad and pickles, the onion soup with gratin cheese, or the veal Schnitzel, and of course the famous Apple Strudel, accompanied by vanilla ice cream.
¡Qué planazo! ¡Y qué pinta tan acogedora!
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